Fabio
Pugliesi
En la era de la inteligencia artificial, la
Historia ya no juega un papel decisivo y, en materia ética, sigue siendo
necesaria la recuperación de hechos históricos para identificar el origen de
las actitudes. Para eso, las grandes narrativas siguen siendo indispensables.
Norbert
Elias al abordar la formación del Estado en el clásico “Proceso Civilizador”
identifica el origen del tributo en Francia durante la Guerra de los Cien Años
(1337-1453) ante el poder del Rey de haber comenzado a exigir dinero para
contratar soldados, observó que antes los convocó y luego comenzó a aceptar
suplentes nombrados (y pagados) por los convocados. Con el aumento del aparato
estatal estos recursos comenzaron a mantener una estructura burocrática.
Al
otro lado del Canal de la Mancha, en Inglaterra (enemigo de Francia durante la
Guerra de los Cien Años), ya en 1215, mediante la Carta Magna, los Barones impusieron
al Rey Johanes Sin Tierra el deber de cobrar el tributo a pagar. en productos
de cosecha que los Barones empezaron a fijar por ellos en el momento de la
siembra. Estas limitaciones al poder tributario se han extendido por todo el
mundo en vista de la democracia representativa, denominadas principios de
anterioridad y legalidad tributaria.
Así,
se verifica el origen de la actitud del “contribuyente”, para se excusar de los
asuntos estatales y empezar a pagar para que otros se preocupen por la gestión
estatal.
Con
la evolución de la democracia representativa en las que situaciones limitadas
el representante es sometido a la revocatoria, la rendición de cuentas por sus
deliberaciones en el parlamento se empezó a determinar el impuesto en función
de cuánto necesita el Estado para mantenerse y no, como se estableció
originalmente, cuánto puede pagar el contribuyente.
Como
es sabido, el cambio en el papel del dinero y la difusión de la idea del
crédito lo permitieron.
El
mecanismo empezó a originarse a partir de cuánto dinero necesita el Estado,
luego elige qué sector social debe tributar y, al final, se hace un texto
normativo que se asemeja a un tipo penal (esto, como el delito de matar a
alguien). ) y esto se llama seguridad jurídica.
Resulta
que el poder de gravar es reconocido como inherente al Estado Moderno y se han
construido limitaciones sobre este poder cuya comprensión en la democracia
actual como implica habilidades cuantitativas y retóricas.
Por
tanto, es necesario volver a los orígenes para difundir el conocimiento sobre
la fijación de los gastos del Estado en el presupuesto público y la fiscalidad
en una época en la que las redes sociales brindan lo que los seres humanos
quieren leer o mirar antes de elegir, prescindiendo de la comprensión para
consumir.
El
remedio para esta situación sigue siendo aún más y mejor democracia.
Publicado: http://www.columnadigital.cl/el-contribuyente-activo-y-el-presupuesto-publico-para-mas-y-mejor-democracia/. Aceso: 26-nov-2021
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